Presidente virtual

24.06.2013 00:00

Es normal que los ciudadanos de a pie veamos a los políticos por la tele, lo que no es tan corriente es que les pase a los periodistas que van a cubrir un acto... pero así sucedió la primera vez que el presidente del Gobierno habló del caso Bárcenas.

Tampoco hubo preguntas, ¡qué miedo no tendría el hombre! Por eso, los reporteros tuvieron que esperar hasta su viaje a Alemania para interrogarle sobre el asunto. De manera que, por irlo dejando, se vió obligado a responder delante de la Merkel y, en ese trance, Rajoy admitió la veracidad de "alguna cosa, que es la que han publicado los medios de comunicación". Por otro lado, la comunicación no verbal fue lamentable: al presidente se le disparó el guiño y mandó el boli a hacer puñetas. No se puede decir mejor.

                                             

Según parece, cada vez estamos más cerca del aterrador 1984: las cámaras nos vigilan desde cualquier parte, se espían las comunicaciones privadas, la jerga oficial se utiliza para enmascarar la realidad, se reescribe la historia... Y para colmo, desde febrero disfrutamos de un presidente virtual: una especie de Gran Hermano que se manifiesta en la telepantalla. 

En relación con el caso que nos ocupa, se da la coincidencia de que, en la novela, el Ministerio de la Abundancia está aplicando un duro racionamiento a los ciudadanos para evitar el colapso de la economía del país; en cambio, los miembros del Consejo Dirigente son generosamente recompensados por su dedicación a la causa. 

Por lo visto, las visiones de Orwell fueron bastante más acertadas que las previsiones de nuestros economistas.

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