Akrotiri

10.06.2013 00:00

La erupción del volcán de Santorini es una de las más espectaculares que han sucedido en tiempos históricos. El hundimiento de la caldera volcánica dejó al descubierto los acantilados en los que hoy se fotografían los turistas y se zampó casi toda la superficie de la isla; aunque, por suerte para sus habitantes, los terremotos les habían obligado a irse con anterioridad. Las poblaciones que no fueron engullidas por las aguas quedaron sepultadas bajo toneladas de piedra pómez, cenizas y lava; por lo que han sido conservadas en su estado original.

Por eso, el yacimiento de Akrotiri es como una Pompeya en pequeñito, pero con unos 3.700 años de edad y, durante la visita, caminas por calles XVII siglos más antiguas que las de la ciudad italiana. En algunas viviendas se exponen utensilios encontrados en la excavación y reproducciones en yeso de muebles de la época, pero los objetos más sobresalientes se guardan en el museo de Prehistoria de Fira, la capital de Santorini, y en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

Las casas tenían dos o tres plantas y se construían en adobe reforzado con madera. Los suelos eran de tierra, los techos de cañas cubiertas con barro. ¡Cuánto se parecen a la casa en que me crié! Y es que resulta asombroso el parecido de las calles de Akrotiri con las de cualquier pueblo en ruinas de hoy mismo; a pesar de ser contemporáneas de las motillas que se construían en La Mancha durante la Edad de Bronce... ¡qué avanzados estaban los minoicos! Prueba de ello son los frescos que decoraban sus paredes.

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